viernes, 1 de mayo de 2009

Soneto: A Helena

Ardese Troya y sube el humo oscuro

al enemigo cielo y, entretanto,

alegre Juno mira el fuego y llanto:

y venganza de mujer, castigo duro!

El vulgo, aun en los templos mal seguro,

huye cubierto de amarillo espanto;

corre cuajada sangre el turbio Janto

y viene a tierra el levantado muro.

Crece el incendio propio el fuego extraño,

las empinadas máquinas cayendo,

de que se ven ruinas y pedazos.

Y la dura ocasión de tanto daño

mientras vencido Paris muere ardiendo

del griego vencedor duerme en los brazos.


Lope de Vega.

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